articulo.aspx?cp-documentid=12254313 descargado 06-11-08

La dimisión del comandante del Ejército colombiano, general Mario Montoya, no debe impedir que se investiguen las denuncias contra el oficial por graves violaciones a los derechos humanos, advirtió este miércoles Amnistía Internacional.
Montoya renunció el martes, en momentos en que el Ejército enfrenta una serie de señalamientos por aparentes ejecuciones de civiles para hacerlos aparecer como irregulares muertos en combate, que provocaron además el pase a retiro la semana pasada de 27 oficiales, entre ellos tres generales.
"Organizaciones de derechos humanos han vinculado al general Montoya con un número de casos de violaciones de los derechos humanos. Esos alegatos deben ser investigados en forma independiente y efectiva por cortes civiles y la renuncia del general Montoya no debe servir como excusa para enterrarlas", señala Amnistía en un comunicado.
Montoya, a quien el presidente Alvaro Uribe calificó como uno de los mejores militares, consiguió durante menos de tres años al frente del Ejército dar los mayores golpes contra la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
El oficial dirigió la operación 'Jaque', que en julio rescató a 15 rehenes de las FARC, entre ellos la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt.
En su comunicado Amnistía recordó que sobre Montoya pesan señalamientos de "colaboración con grupos paramilitares en 2002 durante la operación Orión para retomar el control de sectores de la ciudad de Medellín" (noroeste).
También fue acusado de mantener vínculos con esas organizaciones de extrema derecha cuando era comandante militar de Putumayo (sur, fronterizo con Ecuador) a comienzos de esta década.

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