Grupo de rock femenino desafía las estrictas leyes que imponen en Arabia a las mujeres

Estas chicas están para hacerles un video, o para llevarlas a una función de Cinematria.

 

Noviembre 25 de 2008

 

Tomado de El tiempo.com http://www.eltiempo.com/vidadehoy/grupo-de-rock-femenino-desafia-las-estrictas-leyes-que-imponen-en-arabia-a-las-mujeres_4687586-1

 
Sus integrantes no pueden presentarse en público y deben ensayar en secreto, pero su éxito 'Pinocho' empezó a popularizarse gracias a que lo difunden por Internet.

La banda se 'destapó' al mundo gracias a la historia que contó esta semana el diario The New York Times, y que se reprodujo en los diarios más importantes del mundo.

La agrupación, conformada por las universitarias Dina, Lamia, Dareen y Jood, respeta las estrictas reglas que Arabia Saudita tiene para las mujeres, pero muy a su manera: visten el abaya -la túnica que les cubre todo el cuerpo, menos sus manos- abierto para dejar ver sus camisetas y yines, propios del mundo occidental.

La banda, llamada The Accola, que significa la investidura, tiene un primer éxito llamado Pinocho, cuya letra relata la historia de un hombre infiel. Centenares de jóvenes bajaron el tema mediante Internet.

Dina es la líder del grupo y fue la encargada de fundar la banda con su hermana Dareen. El baterista es un chico, hermano de una de las integrantes, pero están en la búsqueda de una mujer que se le mida a llevar la percusión.

La carrera musical de The Accola está llena de dificultades.
Además de las limitaciones que tienen las mujeres en Arabia, está el hecho de que el rock y el heavy metal son asociados con el satanismo en este país teocrático.

The New York Times recuerda que la policía religiosa, el Comité para la Promoción de la Virtud y la Prevención del Vicio, acostumbra rapar las cabezas de los 'mechudos' y en 1995 realizó una redada en la que fueron detenidos 300 jóvenes que decidieron incursionar en el rock.

En Jeddah, la ciudad donde residen las cuatro chicas que conforman este llamativo grupo de rock, la policía religiosa no acosa tanto a los jóvenes que deciden sacar sus guitarras y entonar tonadas, siempre que no armen un escándalo. Además, deben contar con el permiso de sus padres. Sin embargo, este trato benévolo está reservado solo para los muchachos.

Por lo visto, Dina, Lamia, Dareen y Jood tendrán que seguir con sus presentaciones clandestinas, mientras no cambien las estrictas reglas contra las mujeres en su país.
 
 

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