Podríamos celebrar... pero ¿y qué?
Hölderin
Que nuestros hijos no vayan a la guerra.
Que no se cuestione el libre desarrollo de nuestra sexualidad.
Que no nos insulten, hagan mofas o chistes a través de nuestra genitalidad.
Que así como las mujeres hemos luchado por participar activamente en los espacios públicos, los hombres participen amplia y decididamente en los espacios privados.
Que los hombres también planifiquen: que se tomen la píldora... que se apliquen la inyección...que se liguen la trompa.
Que las medidas que se tomen no sean 90-60-90, sino medidas para erradicar la violencia en todas sus formas: contra el desplazamiento, contra la pobreza y contra la exclusión.
Para poder seguir cantándole a la vida, para arrebatarle a los asesinos el derecho a vivir en la diferencia.
Las mujeres le decimos no a la guerra, no a la militarizacion de la vida en todos sus aspectos.
Porque nuestro lenguaje es un canto a la vida, a la alegría, a la fiesta, a la magia...a la dignidad y no el masculino quejido de la muerte.
Para que los hombres que nos acompañan en estas demandas...y sabemos que hay muchos...se unan a nosotras.
Por un frente contra la guerra, que nos permita reconstruir nuestro país con base en la tolerancia y el pluralismo.
GRUPO INTERDISCIPLINARIO DE ESTUDIOS PARA
UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA Y TECNOLÓGICA DE COLOMBIA
Tunja, 8 de marzo
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