El año pasado estuvo marcado por los grandes procesos judiciales contra agresores de mujeres. La condena que deberá pagar Javier Velasco por la violación, tortura y homicidio de Rosa Elvira Cely fue quizás el antecedente que ha disparado en el país las denuncias.
Por: Elpaís.com.co | Colprensa Martes, Enero 8, 2013 - 2:53 p.m.
221 mujeres fueron asesinadas durante el 2012 en el país y en lo que va del 2013 se han reportado seis casos. |
40 años y ocho meses de cárcel deberá pagar Javier Giovanni Ceballos por el homicidio de su esposa Viviam Paola Urrego, a quien asesinó en un centro comercial de Bogotá. Los padres de la joven dicen estar conformes con la pena, aunque aseguran que "nada les devolverá a su hija".
Este hecho se suma a otros tantos en el 2012, año que estuvo marcado por la llegada de procesos de agresiones contra la mujer, que marcaron la agenda noticiosa. Casos como el de Viviam, que le entrega una tranquilidad parcial a los suyos por considerar que el culpable fue castigado como se debía, no dejan conformes a todos los afectados que piden justicia por sus mujeres, víctimas de la violencia.
La familia de Rosa Elvira Cely, quizás la víctima más visible de la violencia de género en el año que terminó, señaló que la espera que tuvieron que vivir para conocer la condena de Javier Velasco -quien aceptó haber agredido brutalmente y provocado la muerte de la mujer- fue desesperante y agónica, pero aunque no creen justo que se le hagan rebajas, están tranquilos con la sentencia de 48 años de cárcel.
"Al declararse culpable este señor Velasco recibió una rebaja de la tercera parte de la condena. Eso lo veo injusto, porque a él sí el Estado lo cubre y le da sus beneficios y mi hermana no tuvo ninguna ayuda en el momento", indicó Adriana Aranda Cely, hermana de la víctima.
Para Aranda Cely, la justicia en el país ha demostrado no ser lo suficientemente fuerte y lamentablemente -dice- hay que esperar a que pasen tragedias como la de Rosa Elvira para que se trabaje en contra de la violencia que afecta al género femenino.
"La justicia en Colombia tiende a ser injusta y es lo que queremos cambiar, que en el momento de imponer una pena no se le dé ningún tipo de beneficios a estos criminales que atentan contra la vida de una persona y aparte de eso son tan crueles como lo que pasó con mi hermana. De hecho, hemos visto casos más salvajes", indicó Aranda.
Otra de las personas que espera justicia por el asesino de su hermana Ruby Serpa, es Albeiro Serpa. La mujer fue asesinada, desmembrada y arrojada por su inquilino a un humedal en la localidad de Fontibón, en Bogotá.
"Lo que esperamos nosotros es que en el caso de mi hermana se haga justicia y es lo que hemos tratado de buscar a lo largo del proceso. El sujeto declaró que era culpable y dijo que mi hermana había caído por las escaleras luego de que él la empujó. Eso no es verdad, porque ella no se mató sola. Al declararse culpable, como sabemos, la justicia le entrega una rebaja de la tercera parte de la condena, pero no es justo", aseguró Serpa.
"Hay que hacer pedagogía"
Para la representante a la Cámara Ángela María Robledo el problema no es de fortaleza de la justicia, porque según su conocimiento la legislación es adecuada, pero muchas veces no se utiliza como se debe. Por esta razón, afirma que más que penas mayores, lo que se necesita es efectividad, pertinencia y eficiencia.
"Lo que he visto es que hay un enorme desconocimiento de las mujeres y de las adolescentes en cuanto al conjunto de leyes que tenemos. En segundo lugar, que los fiscales, jueces y comisarios de familia no tiene un debido conocimiento y por eso la ley no actúa de manera pertinente y eficaz. Tampoco es verdad que no queramos denunciar, lo que pasa es que no hay una institucionalidad preparada", aseguró.
Para la congresista el problema radica además en que la impunidad es demasiado alta y además el machismo no desaparece. "La denuncias han venido aumentando como lo demuestra el informe de Forensis de Medicina Legal, pero muchas veces su efectividad no se traduce en aplicación de la justicia. Hay una enorme impunidad frente a la violencia sexual contra las mujeres en Colombia y frente al tema de la violencia económica", aseguró.
El problema para Robledo es que en países como Colombia se ha enseñado de manera errónea a través de los años que las mujeres son menos que los hombres.
"Las relaciones patriarcales nos han puesto en condiciones de desconocimiento, de discriminación y de minoría entre comillas. Hay una cultura que ha naturalizado dichos como el que señala que 'pego porque te lo mereces' o 'tu no vas a un cuerpo colegiado como el Congreso porque no tienes conocimiento porque eres mujer'. Eso no es verdad", aseguró la representante y agregó que las estadísticas indican que el 70% de la violencia contra la mujer se presenta en los hogares.
Robledo indicó que "la violencia en Colombia es invisible, sistemática y generalizada. Invisible no porque no ocurra, sino porque las situaciones culturales la con vierten en algo normal".
"Se ve a la mujer inferior"
La directora de la Corporación Sisma Mujer, Claudia María Mejía Duque, quien trabaja en la defensa de las mujeres víctimas de violencia, asegura al igual que Robledo que todo parte también de creencias culturales mal desarrolladas.
"La realidad de la violencia contra las mujeres es cada vez más evidente y poco a poco se hace más visible. La evidencia de la discriminación que la sociedad practica contra las mujeres es el mensaje que yo te pego, yo te violo o yo te maltrato porque eres inferior a mí. Estamos en una sociedad machista en la que se dice que los hombres tienen más poder que las mujeres", señaló.
Según Mejía Duque las cifras son el reflejo de la realidad que vive el género femenino en el país, sin importar la edad de la víctima o la condición social. "Las cifras de Medicina Legal dicen que entre el 2010 y 2011 creció la violencia intrafamiliar en un 11%. Esto lo que significa es que cada vez es más visible la violencia contra las mujeres, lo que se convierte en un obstáculo para la paz y para la democracia", aseguró.
La experta manifestó que el problema no es de normatividad sino de cumplimiento de las leyes, porque de nada sirve que existan si la impunidad sigue reinando en un 98% en todo tipo de agresiones contra el sexo femenino.
"En Colombia tenemos buenas leyes y buena jurisprudencia. Sin embargo, lo que no tenemos el es cumplimiento de las leyes. La erradicación de la violencia contra la mujer no es una prioridad y por ende no existe la suficiente voluntad política para que el Estado en su conjunto erradique la violencia contra las mujeres (…) Con la impunidad tan alta esto no va parar porque el mensaje que se deja es que se puede seguir violando, maltratando asesinando que no pasa nada", aseveró.
Mejía Duque dijo que así se denuncie, lo más difícil para las víctimas son las consecuencias que ello trae para su seguridad. "Uno de los delitos que encuentran mayores obstáculos para la denuncia son los que se comenten contra la mujer. No solamente porque es un delito sino porque culturalmente la responsabilidad recae sobre ellas. Se dice que se lo buscaron, que han debido resistirse, etc. En el marco del conflicto armado una de las dificultades para la denuncia es que los actores están ahí al lado de las mujeres y son amenazadas", dijo.
Pero quizás lo más cruel para la directora de Sisma Mujer es la revictimización por parte de las mismas autoridades. "Por ejemplo hay fiscales que pueden afirmar que una persona quien denuncia haber sido víctima de violencia sexual en el marco del conflicto, no pudo haber sido así, y explica su posición en que la mujer no es bonita como para que haya existido la violencia sexual, y cuando no tienen agresiones en su cuerpo terminan diciendo que las violaciones son consentidas o que nunca existieron", finalizó
Dato clave
En cifras
Las estadísticas del Centro de Atención a Víctimas de Violencia Intrafamiliar de la Fiscalía dan cuenta que en entre enero y octubre de 2012 fueron denunciados 5.132 ataques contra ellas. En 4.977 casos, el 96,9 corresponde a ataque de hombres.
Según el informe Forensis de Medicina Legal, la violencia intrafamiliar aumentó significativamente. En 2011 se registraron 89.807 casos, en comparación con 89.436 del 2010. El compilado concluyó que para el 2011, 57.761 episodios se presentaron entre parejas, mientras 14.211, fue contra menores.
Por el lado de delitos sexuales, en el 2011 fueron realizados 22.597 exámenes sexológicos. 11 por ciento más en comparación con el 2010.
Respecto a las mayores víctimas de agresiones sexuales de acuerdo al reporte de Medicina Legal fueron las niñas entre 10 y 14 años las más afectadas con 7.304 casos.
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